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Las semillas orgánicas importan a Clif Bar

por Shawna Rodgers |

La Clif Bar Family Foundation, que desde hace mucho tiempo apoya el programa Futuros Agricultores Ecológicos de la Fundación CCOF, no es ajena a la defensa de los productos ecológicos. Los que conocen Clif Bar saben de sus muchas inversiones en el futuro de la industria. Desde la puesta en marcha del primer instituto de investigación orgánica en la UC Davis para apoyar primeros intervinientes En medio de las trágicas temporadas de incendios forestales de los últimos años, Clif Bar va mucho más allá de una empresa alimentaria corriente. Se podría decir que está marcando la pauta de la filantropía empresarial, utilizando el negocio como medio para cambiar nuestro mundo. Una de las formas en que intentan infundir un cambio duradero es con semillas orgánicas.

Para el consumidor medio con un conocimiento, aunque sea delicado, de las diferencias entre la agricultura orgánica y la convencional, utilizar una semilla orgánica tiene mucho sentido. Si todo lo demás en su explotación y cadena de suministro es orgánico, ¿por qué no sus semillas? Al fin y al cabo, los ganaderos de todo el mundo atraen a los compradores hablando del linaje fuerte y sano de su ganado, de lo que se deduce que los agricultores orgánicos querrían criar plantas de semillas orgánicas fuertes y sanas. Algunos científicos sostienen que las semillas autóctonas no tienen por qué ser orgánicas si su planta madre se cultivó lo suficientemente bien. Pero la ciencia ha confirmado que los alimentos orgánicos tienen mayor densidad de nutrientes que sus homólogas convencionales. Así pues, a igualdad de otros factores, una semilla orgánica sería más sana que una no orgánica. Al igual que ocurre con las casas y edificios en los que residimos, unos cimientos fuertes y seguros resisten las tormentas y garantizan un resultado sólido. Como primer eslabón de la cadena de producción agrícola orgánica, la semilla orgánica proporciona beneficios a nuestras comunidades, economías y entornos.

Al promover el uso de semillas orgánicas a través de su programa Seed Matters, Clif Bar tiene la misión de mejorar cultivos como la quinoa y los tomates. Seed Matters ha formado a más de 400 agricultores en la producción de semillas orgánicas, ha destinado más de $1,5 millones a la investigación y educación sobre semillas orgánicas y ha apoyado más de 120 proyectos comunitarios de semillas en todo Estados Unidos.

La Fundación CCOF agradece el liderazgo y el apoyo de grupos como Clif Bar Family Foundation, comprometidos con el futuro de nuestro sistema orgánico de alimentación.