Kelly Damewood es la Directora General de CCOF.
La pasión de Kelly por la agricultura orgánica comenzó cuando tuvo la oportunidad de trabajar por primera vez en una granja: "Me gradué en la universidad un poco pronto, en plena recesión de 2009, y estaba buscando qué quería hacer después cuando surgió esa oportunidad". Se incorporó a una granja de verduras orgánicas a las afueras de Portland (Oregón), y pronto empezó a ayudar en la gestión de la explotación.
"Me cambió la vida", dice Kelly. "Como alguien que creció en los suburbios, fue la primera vez que me sentí conectada con la tierra. Fue la primera vez que comprendí realmente que los alimentos tienen tal impacto medioambiental en nuestro suelo, agua, aire, recursos naturales y biodiversidad."
"Desarrollé un profundo respeto por los agricultores", continúa. "Los agricultores tienen que saber pensar científicamente, realizar el trabajo físico y mental de planificar las semillas de un año, plantar correctamente, gestionar las certificaciones, contratar y arrendar tierras y, además de todo, ocuparse del marketing. Empecé a admirar a los agricultores, y en especial a los orgánicos".
Persiguiendo la idea de ayudar a los pequeños agricultores, Kelly fue a la facultad de Derecho de Vermont y estudió Derecho medioambiental. "No sabía exactamente qué rumbo tomaría mi carrera, pero le dije a un amigo que estaría bien poder trabajar algún día para un certificador de alimentos orgánicos", recuerda.
Kelly cursó un máster en Derecho en la Universidad de Arkansas. Allí aprendió más sobre las leyes de la agricultura convencional en los ámbitos del uso del suelo, la quiebra y la normativa de seguridad alimentaria.
"El derecho medioambiental consiste en regular a los agricultores y detener a los malos actores, pero mi pasión es ayudar a los agricultores", explica Kelly. "No intento echar a la gente del negocio ni crear normativas insalvables. Me apasiona derribar barreras y ayudar a la gente que hace lo correcto y cultiva alimentos que quiero comer."
Cinco años después de mencionar por primera vez que quería trabajar algún día para una certificadora de alimentos orgánicos, Kelly se emocionó al ser contratada como directora de políticas de CCOF. "No hay muchas certificadoras que tengan puestos así, así que fue muy especial", dice.
Se trasladó a Santa Cruz y aprendió más sobre las particularidades de la agricultura en California, que es única por sus muchas regiones de cultivo, climas, cosechas y rica historia de agricultura orgánica. Kelly dice: "Llegué a ser una esponja absorbiendo toda la información de muchos de los agricultores que fundaron CCOF y el movimiento orgánico moderno".
En 2019, Kelly asumió el cargo de directora general de CCOF, e inmediatamente tuvo un curso intensivo de gestión de crisis cuando los incendios forestales y una pandemia arrasaron el país. "Fue un privilegio para mí ayudar a guiar a la organización a través de un momento de inmenso cambio y desafío", dice, "y ahora estoy entusiasmada con la construcción de nuestra cartera de educación del consumidor y desarrollo del mercado, ayudando a los agricultores a acceder a los mercados globales y regionales, apoyando a una diversidad de agricultores y aumentando el acceso a los alimentos orgánicos."
"Una de las cosas que más me gusta de trabajar en la agricultura orgánica es el nivel de resistencia y determinación con el que te encuentras. Estamos acostumbrados a que nos digan que lo orgánico es demasiado nicho o que no es posible en este mercado o en este clima o en esta cultura. Pero si quieres motivar a un agricultor orgánico, dile que algo no se puede hacer. Ese es el tipo de energía con el que me encanta trabajar: persistencia e integridad sin importar el reto".